Estudiantes y docentes de La
Escuela de Teología y Pastoral Monseñor Gerardi nos dirigimos a la familia de
la Hermana Raquel Saravia Valdés y a su comunidad religiosa, la Sagrada Familia
de Helmet. Con Ustedes compartimos el dolor por su fallecimiento, pero al mismo
tiempo compartimos la esperanza en la resurrección, fundamentada en nuestra fe
en Jesús, mesías crucificado y resucitado.
Le agradecemos a Raquel porque en
muchas oportunidades, cuando su salud todavía se lo permitía, estuvo presente
en nuestra Escuela. Entre los temas que exponía recordamos por ejemplo: la
historia de la Iglesia, tanto la universal, como la de Guatemala, siendo la
segunda parte de la primera. Otro de sus temas era la política como una
dimensión de la fe, ya que esta no solo busca cambiar la vida personal sino
también la colectiva y la que intenta transformar la sociedad toda, como la
levadura en la masa. Otra sesión de
estudios memorable que nos facilitó Raquel fue aquella sobre la misión de los
discípulos y discípulas, sugerida en las conclusiones de la Conferencia de
Aparecida. Impresionó, no sólo por su presentación siempre pedagógica sino
también porque supo evocar la atmósfera eclesial que se respiraba en aquel
evento, donde ella era de las pocas mujeres que participaron.
Sabemos que en otros muchos
campos los aportes de Raquel Saravia eran iguales de valiosos. Serán recordados
y destacados por otras personas y otros colectivos. Nosotros, por pertenecer a
la comunidad escolar que lleva el nombre de Gerardi, subrayamos en esta
oportunidad sus intervenciones en clases que, más que clases, fueron momentos
de evangelización. Eran inolvidables la alegría que irradiaba y la energía que
sabía comunicar.
Muchas gracias, Raquel, por las
lecciones que aprendimos de ti. Supiste transmitir con alegría el mensaje de la
buena noticia de Jesús. Condición de hacerlo como hiciste era vivir esa alegría.
Eres, entonces, de aquellas en las que el mensaje se
confunde con la persona mensajera. Ahora descansa en la alegría, la paz y el
amor sin fin de Quien con tu palabra y tu vida has anunciado sin descanso.
Escuela de
Teología y Pastoral Monseñor Gerardi
Guatemala, 8 de
febrero de 2015
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